martes, 16 de noviembre de 2010

Querida Jenny



A veces me pongo a pensar en mi amiga Jenny. Nos llevábamos muy bien en la escuela, incluso desde antes, del Jardín de Infantes. Yo era muy tímida e ingenua en aquel entonces que no podía percibir ningún indicio de maldad en ninguna persona.

Yo solo escuchaba; ella siempre tenía algo que decir, yo solo escuchaba. En mi interior les echaba la culpa a mis padres por no enseñarme a relacionarme con otras personas. Pero mi hogar era funcional, al menos hasta ese momento.

Ella solo vivía con su madre y su abuela. Su padre se había ido a los Estados Unidos, buscando un mejor futuro para su familia, pero nunca más llamó.

Así, se podría decir que la psicología falló. La de los problemas para socializar era yo.

Paquito me dijo que está enamorado de mí – me dijo un día con tanta naturalidad e inocencia-. Paquito, era el nuevo novio de su madre, un chofer de bus. A esa señora le gustaban los choferes de bus. El padre de Jenny era chofer también. Y contribuía el que vivieran junto a la última estación de buses.

Cada día me contaba como continuaba su aventura con el novio de su madre. A veces me parecía que ella exageraba un poco.

- Paquito me botó sobre la cama y empezó a besarme el cuello.- me dijo- Yo le decía que no me hiciera esas cosas, que mi mamá llegaría en cualquier momento. Pero él me respondió que ya no aguantaba más, que estaba perdidamente enamorado de mí. Y la verdad, a mí también me gusta él.-

Cada vez que rememoro sus palabras, me parece escuchar a una joven. Tan madura al expresarse. Es como si una de mis amigas ahora me contara como lo fue en su noche anterior. Me parecía tan normal todo lo que me decía. Es más, pensaba en aquel entonces que yo iba un poco lento. Que tenía que conocer a alguien ya, pero como hacerlo con mis problemas para relacionarme. Además el liceo en el que estuve era para niñas. Solo conocía dos niños, hermanos de mis compañeras, con los que nunca hablé por el problema que ya mencioné. Hace cuatro años más o menos, cuando salía con un hombre 11 años mayor que yo, mientras hacíamos sus diligencias, leí en una hoja pegada en un poste que uno de los niños que conocí en la primaria había desaparecido, lo estaban buscando, pero no supe más del tema.

Las personas cambiamos, decidimos qué nos gusta y qué no, y elegimos un camino, un estilo. Yo había sido bastante tímida en la escuela, y hasta el primer año de secundaria. Jenny y yo fuimos al mismo colegio, pero dejamos de llevarnos bien en los últimos años de primaria, donde entable una buena relación con otra niña, que en aquel entonces era Rusa, ahora sé que es Ucraniana.

A Jenny no la veía seguido. Me cambié de colegio, y casi al terminar fue donde me enteré que estaba embarazada, de un muchacho menor que ella. Su padrastro, Paquito, había dejado embarazada a su madre y también había viajado a los Estados Unidos ya hace varios años. Una vez más, se había quedado a criar otro niño sin su padre.

No he vuelto a ver a Jenny. Pero me pregunto qué sería de su vida y su madre si le hubiese contado a otra persona, todo lo que me contó a mí.

C.
15/Nov/2010