viernes, 27 de agosto de 2010

Crónicas de vaciedad


Creo que al fin estoy volviéndome loca.
O puta.

Después de haber estado ciegamente obsesionada
con el que creí el hombre de mi vida he descubierto otros placeres;
en otros hombres.

Por el simple hecho de ser mujer,
lo que nos dicen nos endulza el oído,
y hay quienes sabemos cómo lograr que nos dediquen esas palabras.

Si algún rato tuviera que elegir entre conservar mis ojos o mis oídos,
elegiría mis oídos.
Claro que además de todas las palabras bonitas,
(que probablemente no sean ciertas)
está la música y el sonido del mar,
de la lluvia y las hojas secas,
y podría decir muchas más.

Es verdad eso que mi padre me dijo alguna vez,
las mujeres somos tan poderosas que siempre podremos obtener lo que queremos.

En estos último días,
he experimentado lo que mi sexi amiga
ha experimentado casi todos los días en estos últimos años:
tener al mismo tiempo más de cinco hombres lamiéndome los zapatos.
Y qué satisfacción se siente!
y lo mejor de todo,
no tengo obligación ni compromiso con ninguno de ellos.
Como en otro tiempo solía decirse, estoy utilizándolos.

Cada vez me convenzo más de lo profundamente subjetivas
que somos las personas.
Todo lo relaciono conmigo.
Ni si quiera me molesto en pensar
que es lo que estarán sintiendo los demás,
a menos que sea algo por mi.

Eso del altruismo y la empatía no van conmigo.
No me gusta la anarquía, el comunismo, el cristianismo,
el capitalismo ni el fascismo.
Me declaro incompetente.

En fin.

C.
27/08/2010

martes, 17 de agosto de 2010

El viejo Medina

Todo empezó un día en la pileta del parque.
Un chapuzón y mi oído izquierdo se llenó de agua.
Salté como me había enseñado mi madre,
con la cabeza paralela al piso del lado del oído afectado para que el agua descendiera.
No funcionó.
El otorrinolaringologo dijo que podría intervenir.
No funcionó.

Creo que además del agua que se quedó en mi oído, la sal tuvo mucho que ver.
Mi madre decía que la sal ensordece a las personas,
por eso mi tío dejó de consumir sal para poder escuchar mejor.
Comía arroz sin sal, la sopa sin sal, todo sin sal.
Yo pensaba que era ridículo.
Cómo puede quedarse uno sordo por comer sal.

A mi me gustaba mucho las cosas saladas.
Me gustaba más que los dulces.
Un día mi hermano menor me retó a comerme una cucharada de sal.
Tenía la garganta seca.
Y las lágrimas en los ojos.
Pero no podía haber dicho que no.
Era un reto.
Ese fue el principio del fin.

En el colegio fui objeto de burlas,
decían cosas que no podía comprender bien.
Conseguí una novia.
Pero nunca le dije mi problema.
Cuando se enteró, me dejó.

Pero he creado una fascinación en los niños.
Los niños me aman.
El otro día me había lastimado el pie
y mientras los niños estaban en receso,
aproveché para sacarme un rato el zapato y la media.
Los niños literalmente se me abalanzaron a los pies,
a mi media y mi zapato.

Me los voy a comer.

Por C.
17/08/2010

jueves, 12 de agosto de 2010

Ecuadorian Self-Steem

Alguna vez Giaco me contó que después de haber vivido en Ambato por unos cuantos meses regresó a Italia, su país de origen, y entró a una pizzería. En la pizzería trabajaba una mujer ecuatoriana, y él emocionado se le acercó y le comentó que él vive en Ecuador, con la esperanza de que la mujer empezara a contarle más sobre su país y quizá fuera de la misma ciudad donde el estaba radicado. Pero lo único que consiguió fue una corta y fingida sonrisa. Ni una mirada siquiera. Y regresó a su mesa, con mucha tristeza.

Al contrario de lo que yo veo aqui, los ecuatorianos nas, se mueren por un gringo o a alguien que se les parezca. Oh my god! qué emoción, me agarré un Australiano! aunque en el fondo tienen la esperanza de que los extranjeros terminen enamorándose y se los lleve con ellos a su país.

Seguimos "enamoradas" de un pepele que no tiene la más mínima intensión de tomarnos en serio, pero ahí seguimos; porque si no nos quiere él (aunque sepamos bien que no nos quiere) quién más lo va a hacer.

Trabajamos para un inútil que no hace nada si no presionarnos, y no renunciamos porque no podemos hacer nada más que agachar la cabeza y obedecer, a regañadientes, pero solo obedecer.

Y cansados de estar recibiendo órdenes de un compatriota, decidimos revelarnos! renunciamos! pero no con la cabeza en alto, si no agachada, para ir a los Estados, España o al país de Giaco, a ganar el doble haciendoel triple del trabajo que ni pagados haríamos en Ecuador: cosechar brócoli, limpiar baños o viejitos. O siendo objeto de xenofobia, que creíamos extinguida.

Y con el firme pensamiento de que así estamos bien. No hay nada que hacer.

Por C.

12/Ago/2010

domingo, 8 de agosto de 2010

Ambato Citytown

Quieres una ciudad en la que nadie te mire,
que no te critique como vas vestida,
que no le importe lo que hagas,
que no te juzgue por ser mujer
y estar en la calle hasta la madrugada con tus tacones en la mano.

Yo quiero vivir en un pueblo,
en el que me dejen criticar tranquilo,
burlarme de tu vestimenta y tus actos,
sin que a nadie le moleste que lo haga,
que no limite la crítica y el chisme a las mujeres,
y quiero casarme con una que no salga de su casa.

Por C.
07/Ago/201

Memento

Me gustaría mucho que no tuvieses un pasado.
O prefiero vivir ignorándolo.

Quiero ser el origen de tu felicidad,
y la causa de tu desdicha.

Solo los dos..

Anyone else!

Por C.
06/Ago/2010