miércoles, 28 de julio de 2010
Ramiro
Hoy Ramiro se levantó temprano.
Son las 7h30 de la mañana y ya está en la avenida principal esperando un bus.
Pasa un taxi vacío, una camioneta blanca, otro taxi vacío.
Sí, espera un bus.
Está chuchaqui.
Tiene el cabello enmarañado y su rostro está rojo al igual que sus ojos.
No tiene nada que hacer,
pero se levantó temprano porque quiere que en su casa piensen que apesar de ser un alcóholico aun es responsable y que tiene cosas por hacer.
Hace 16 años una pareja lo contrató para que recogiera todos los días a la salida de la escuela a sus hijas.
Lunes, 12h30 del mediodía.
12h40.
12h50.
13h00.
No te preocupes ñaña, ya va a llegar.
13h20.
Un taxi se detiene.
Ves? Te lo dije.
Bajan los padres corriendo a abrazar a sus hijas.
Al día siguiente, los padres buscan a otra persona.
Ramiro había estado tomando.
Todos los días durante todos estos años.
En su casa han decidido ignorarlo.
Su hija estudia medicina y es voluntaria en la Cruz Roja.
Su hijo solo terminó el colegio.
Su esposa, ya no lo soporta.
Ya no lo esperan.
Miércoles, 21h38.
Sírvame otra grita Ramiro golpeando el pequeño taco contra la mesa de la cantina.
Por C.
28/Jul/2010
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